martes, 22 de octubre de 2013

Portugués y mandarín, dos idiomas en Apogeo

El interés por aprender estos lenguajes crece gracias a las relaciones con Brasil y China.
Hablar portugués y mandarín se ha vuelto para los colombianos tan importante como dominar el inglés.
El crecimiento mundial de las economías brasileña y china, y una dinámica cada vez más firme de esos dos países con Colombia, ha despertado la necesidad en el país de aprender con prontitud estos idiomas.
En ocho años, el número de alumnos que estudian portugués pasó de 230 a 5.300 en el Instituto de Cultura Brasil-Colombia (Ibraco), creado en 1996 por la embajada brasileña. Además de eso, ya son cinco universidades y seis los colegios que introdujeron esta lengua en sus currículos.
“En la Universidad de los Andes ofrecemos 12 niveles de portugués. Tenemos también acuerdos con 15 universidades de Brasil para intercambios”, explica Vicente Torres, director del Departamento de Lenguajes y Estudios Socioculturales.
Un atractivo es que Brasil tiene una de las mayores ofertas académicas del planeta y sus universidades federales, reconocidas por su calidad, son gratuitas. “Dado el acercamiento comercial entre Brasil y Colombia, muchas personas se van a estudiar. Más del 40 por ciento de las becas que otorga Brasil en el mundo las ganan colombianos”, sostiene Margarita Durán, directora ejecutiva de Ibraco.
Mientras que en el 2001 Brasil emitió 276 visas para estudiantes colombianos, el año pasado ese número llegó a 1.754. “Hace 45 días comencé a estudiar portugués por una motivación más alineada a mis expectativas laborales, dado que la compañía para la cual trabajo está incursionando en el mercado de Brasil”, afirma Sandra Urquijo, ingeniera industrial.
Pero el interés no es solo académico. Con eventos como la Copa Mundial de Fútbol y los Juegos Olímpicos, muchos quieren hablar el idioma de los brasileños. La tendencia es tan fuerte que Ibraco lanzará un curso especial de 50 horas de portugués para quienes planean viajar al Mundial. La U. de los Andes también lo hará.
Y el interés por el mandarín, uno de los idiomas más antiguos del mundo y que es hablado por cerca de 1.400 millones de personas, también va en aumento. El país cuenta con tres Institutos Confucio (difunden el idioma y la cultura china), con más de 500 alumnos. “La enseñanza del idioma chino tomó impulso en Colombia hace unos seis años”, cuenta Enrique Posada, director del Instituto Confucio de la Universidad Jorge Tadeo Lozano.
Andrea Espitia, de 22 años, es estudiante de Relaciones Internacionales de la Tadeo. Antes de viajar a China estudió algo de mandarín en Colombia. “Me fui por mi cuenta, motivada por conocer su cultura y afianzar el idioma, que hoy sigo perfeccionando. Al comienzo me sentí frustrada, pero es más fácil de lo que se cree”, cuenta Andrea. El auge del mandarín en el país también llevó a potenciar la movilidad académica de estudiantes chinos a Colombia. Anualmente, el Icetex trae a 20 jóvenes chinos para que aprendan español y enseñen su idioma.
“Al ser China nuestro tercer socio comercial, después de Estados Unidos y la Unión Europea, es importante no solo el conocimiento de su idioma sino de su cultura. A la fecha, han venido al país 141 estudiantes chinos a 45 instituciones de educación superior”, dice el presidente del Icetex, Fernando Rodríguez Carrizosa.
ANDREA LINARES G.
Redactora de EL TIEMPO

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